domingo, 3 de febrero de 2019

El Amor Propio






El amor propio debe ser una de las premisas que sustentan la vida del ser humano. Desde que nace, el bebé instintivamente busca protección y cuidado en sus padres, sin embargo a medida que va avanzando en su proceso de desarrollo, además de querer recibir el amor del mundo exterior, se da un proceso de construcción de su personalidad y es ahí, en donde los padres y quienes comparten con el bebé en sus primeros años, son los responsables de contribuir al desarrollo de la autoestima en él. Del amor que se recibe de los padres y/o cuidadores, se construye el amor a sí mismo.

El amor propio se fundamenta en la aceptación y el autoreconocimiento, lo que le permite al ser humano sentirse útil y percibirse como una persona valiosa, una persona que tiene derecho a un lugar en la sociedad, seguro de sí mismo, conocedor de sus capacidades y talentos.


A medida que se da el desarrollo cognitivo, físico y emocional, el amor propio va fortaleciéndose, aunque seguramente habrá etapas de la vida, momentos o situaciones en las cuales la intensidad de ese amor puede verse afectada. Más si la base desde la niñez está bien cimentada, el ser humano rápidamente podrá sobreponerse a las adversidades, siendo un adulto resiliente.


El concepto de amor propio puede verse distorsionado por otros conceptos de los cuales te doy aquí algunas ideas, para que sepas reconocerlos y no caer en ellos:
  • Arrogancia: Surge como una de las manera para contrarrestar las inseguridades y la falta de conocimiento en algunas áreas del saber. Quien asumen una postura arrogante es consciente que no posee las capacidades para cumplir con sus objetivos, lo que hace que se llene de dudas y de temores cuando está en frente de los demás
  • Egolatría: Esta postura está ligada a un amor exagerado por sí mismo. Una persona cuyos comportamientos están asociados con una excesiva confianza y que continuamente alardea de sus dones, está construyendo un pedestal de auto admiración y culto a sí mismo que podría rayar en lo patológico.
  • Megalomanía:  Es la tendencia a magnificar el propio yo. Se puede interpretar como una tendencia a sobre estimar las capacidades propias y el papel que se juega en la vida de los demás.
  • Narcisismo: Se ubica dentro de los trastornos de personalidad. Alguien narcisista considera que no existe nada ni nadie que sea superior a él o ella. Sufre delirios de grandeza, no está capacitado para conectar desde el corazón con los demás, lo que hace que sus relaciones interpersonales sean escasas y las que existen, no sean profundas ni a largo plazo.
Como puedes darte cuenta, es necesario que te conozcas para garantizar que tu autoestima está siendo enfocada en positivo. 

Realiza ejercicios que te permitan saber para qué eres bueno, que capacidades y aptitudes se destacan en ti, que impulsa tu vida, tus gustos y necesidades, al igual que reconocer las áreas en las cuales debes trabajar para desarrollar otras competencias, son tareas que debes llevar a cabo de manera continua, para fortalecer tu autoestima.
El autoconocimiento es entonces la entrada a los demás pilares que conforman la autoestima. El auto concepto está relacionado con lo que crees de tí mismo, reforzado con la autoimagen que debe ser positiva y de aceptación. Otro componente básico de la autoestima es la autoconfianza, lo que implica creer que todo lo que se quiere hacer, se puede lograr.
En conclusión, cultiva el amor propio es esencial para una vida en armonía y tener bienestar. Enfócate positivamente en tus pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias de vida, en ellas verás reflejada tu autoestima.




Claudia Ramírez
Director General -Psicóloga
TP No. 177550
CFRT Coaching S.A.S
Tel +57 (320) 518 0672
dirgeneral@claudiaramirez.com.co
Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla
Colombia.





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