Los
desafíos y los retos hacen parte de la vida del ser humano. Se puede decir
entonces que hay retos físicos, emocionales y hasta espirituales y por qué no,
una mezcla de todos ellos.
El quehacer psicoterapéutico hace que el profesional rete a sus consultantes continuamente. Iniciar un proceso personal en el que se acepta que un psicólogo acompañe el proceso, es ya de por sí para muchos, un reto. Así que te invito a abrirte a ellos, a los desafíos con un foco y un método claro, para que de esa manera generes un impacto positivo en tu vida.
El quehacer psicoterapéutico hace que el profesional rete a sus consultantes continuamente. Iniciar un proceso personal en el que se acepta que un psicólogo acompañe el proceso, es ya de por sí para muchos, un reto. Así que te invito a abrirte a ellos, a los desafíos con un foco y un método claro, para que de esa manera generes un impacto positivo en tu vida.
En
el año de 1.887 William James, quien es llamado el padre de la psicología
científica, escribió un artículo en el cual hablaba en ese entonces de la
plasticidad cerebral y que en tan sólo 21 días era posible la adopción de un
nuevo hábito. El libro se tituló ¨El hábito¨. Otros estudios mencionan que son
doce las semanas necesarias para que un comportamiento se convierta en un
hábito.
Hoy,
años después de muchas investigaciones apalancadas en la neurociencia, se
ratifica la capacidad del cerebro de generar nuevas neuronas y de adaptarse a
múltiples experiencias y situaciones cambiando su estructura a lo largo de la
vida, fortaleciendo o debilitando las sinapsis que conectan las neuronas, lo
que hace que se genere el proceso de aprendizaje.
¿Y
qué tiene que ver la plasticidad del cerebro con los desafíos? todo, pues el
proceso de aprendizaje está asociado a la inteligencia, la cual permite a las
personas afrontar los retos de una mejor forma. Así que mejorar continuamente,
siempre será posible.
Ten
presente entonces que al asumir un reto es necesario que ejecutes las acciones
asociadas a él de manera repetitiva, con el fin que éste sea aprendido de
forma permanente y evidenciado en el tiempo.
Por
lo anterior, quiero compartir contigo uno de los ejercicios que más le practicos quw utilizo con mis consultantes y que con el tiempo he podido determinar que les ha
permitido tener excelentes resultados, a más del 80% de ellos.
Aquí
vamos:
- Elige un aspecto de tu vida en el que quieras concentrarte para mejorar o alienarlo a tus valores, buscando así la coherencia. Por ejemplo: Hábitos saludables, algún tema espiritual o emocional, relación de pareja, algo referente a tu trabajo o aspectos de tu personalidad.
- Una vez definido el tema a trabajar, visualiza qué es lo que deseas ver al final del proceso con los retos que te traces.
- En una hoja de papel dibuja cuatro cuadrantes. En el primero vas a escribir al menos tres comportamientos observables y medibles, que habrás adoptado una vez hayas completado tu programa. Esto es, los deseados que hoy no tienes.
- En el segundo cuadrante por cada comportamiento deseado diseñarás un reto que ejecutado de manera repetida, disciplinada y conscientemente, te permitirá al terminar los veintiún días o las doce semanas -tú eliges- contar con este nuevo hábito.
- Para el tercer cuadrante, determina qué recursos necesitarás para cumplir con tus retos. Seguramente te darás cuenta que para muchos de ellos, es necesario más que tu buena voluntad. Selecciona aquellos cuyos recursos estén a tu alcance y que de verdad te generen incomodidad, pues es ahí donde cosas diferentes te empezaran a pasar, ya que habrá que salir de la zona confort, para que eso suceda.
- Finalmente, en el cuarto cuadrante elige por lo menos dos personas que serán aliados para el cumplimiento de tus retos.
- Deben amarte de verdad y desear lo mejor para ti.
- Deben ser tu apoyo, pero a la vez quienes te exijan y no te dejen renunciar.
- Deben inspirarte y ser un ejemplo de aquello que deseas mejorar.
¿Estás
listo?
Ya tienes una guía de cómo iniciar hoy mismo tu plan de retos. Enfócate
para empezar en algo sencillo y poco a poco, subir en la exigencia. No importa
el tema que elijas trabajar, lo que cuenta es que inicies ya y no esperes más.
Recuerda
que la verdadera transformación es fruto de un trabajo personal diario y que los
desafíos, hacen parte de él.