Si
el amor está presente en tu cotidianidad sucederían cosas maravillosas:
Tolerar a quienes piensan y actúan distinto a ti. Vivirías a conciencia, conectado con tu verdadera esencia que no es otra que la de ser una persona compasiva y misericordiosa, volcada en el bienestar de los demás, para que de esa forma tu bienestar se haga presente.
Tolerar a quienes piensan y actúan distinto a ti. Vivirías a conciencia, conectado con tu verdadera esencia que no es otra que la de ser una persona compasiva y misericordiosa, volcada en el bienestar de los demás, para que de esa forma tu bienestar se haga presente.
Si
comprendiéramos que pensando en el otro, pensamos en nosotros, el mundo sería
distinto; ya que somos uno sólo, sin importar donde vivamos, que hagamos o en
qué creamos.
Te invito a que busques dentro de ti ese ser amoroso que eres. A que
manifiestes tu amor con quienes están a tu lado. No
tienes que caminar muchos kilómetros, ni tienes que hacer grandes esfuerzos... Vuelve
tus ojos a tu familia, a tus padres, tus hijos. Mira de frente y de forma
diferente a tu pareja, de forma que sienta que verdaderamente le amas. Créeme, todos ellos necesitan de tu afecto.
... Claro,
seguramente tú lo necesitas también, pero no esperes que ellos te amen primero.
Da tú el primer paso, ámalos con un amor
sencillo, puro, con ese amor que se expresa a través de un abrazo, un diálogo constructivo, un beso o
simplemente una mirada cálida en medio de la nada.